Comienza una nueva etapa.
Si la conexión de Internet me lo permite, espero poder reflejar en este blog esta temporada en Pont L'Abbé y acercaros las vivencias, las anécdotas y las curiosidades que surjan durante mi estadía.
Es curioso cómo dos zonas tan alejadas geográficamente (casi 1.500 km las separan, por tierra) pueden estar tan cercanas culturalmente.
En Galicia contamos con el cabo Fisterra (Finisterre o "fin de la tierra") y en esta región francesa encontramos Finistère, en Galicia destaca el verde de su vegetación, la lluvia y el agua que la mantienen viva (aunque ultimamente llueva menos de lo que es normal) y la Bretaña francesa también cuenta con una vegetación exuberante. Mucha gente se ve atraída por los costas escarpadas y los acantilados de la Costa da Morte que también encontraremos en las costas bretonas. Galicia es tierra de cruceiros y Bretaña de calvarios, fruto de unas profundas raíces culturales que vienen de un pasado intenso y que los dos pueblos se resisten a perder.
Pero, si hay algo que los acerca aún más es el poseer un pasado celta. Quizás esa sea la explicación a tantas similitudes, que este pueblo surgido en el II milenio antes de Cristo, y que ocupó un amplio territorio, entre el que se incluyen estas dos zonas, haya servido de nexo de unión para muchas tradiciones conservadas desde antiguo.
¿Quién sabe? Igual en la época de Pangea, cuando en este planeta sólo existía un único continente, Bretaña y Galicia estaban unidas....